martes, 28 de agosto de 2012

Entre días lluviosos y solazos

Los días nublados son como apaciguadores del tiempo. Los venezolanos nos hemos mal acostumbrado al buen clima, al solazo, al cielo azul tipo película, tanto que cuando amanecen algunas nubecitas grises, no provoca salir a trabajar, ni siquiera levantarse de la cama, sólo se quiere el popular y cliché “empiernarse” y dormir. A mi me pasa eso, es como si el sol recargara mi energías, no sé por qué a pesar de que tengo unas botas rojas de puntos blancos para la lluvia muy hermosas y una chaqueta recién comprada que le combina, no me encanta salir en los días así, de hecho puedo ponerme melancólica y todo, es muy loco. Últimamente como estoy trabajando no puedo faltar por una garuita, es tortuoso, de hecho me ha tocado caminar desde el metro hasta mi trabajo con un impermeable muuucho más largo que yo (mido 1,54), mojándome casi hasta las rodillas, sancochándome (por la rapidez de mi caminar y el plástico que no deja pasar ni un poquito de aire a través de él) y para más colmo siendo vista por la gente como una versión gris y apurada de Singin' in the Rain, es así, porque típico que las botitas de lluvia maravillosas con su respectiva chaqueta, se quedaron llevando polvo en mi closet, porque si, cuando salí de casa había un sol resplandeciente. El clima caraqueño resulta ser un enigma para mí y es que cambia caprichosamente, a veces miramos al cielo y a nuestra derecha hay nubes grises y a la izquierda un sol que ilumina todo, es rarísimo, nos convierte una especie de Equecos bipolares, porque una termina andando con un suéter, una pashmina, un impermeable, paraguas, no sabes si ponerte sandalias o botas, te llevas las dos, porque si te pones las botas de lluvia y sale el sol, te sancochas los pies, es así, terminas cargando todo encima, sin carro, en metro, muy fuerte, de verdad. Aún así, he descubierto que el clima puede llevarse más o menos en paz cuando te acostumbras, sé que algún día lloverá y Caracas no se convertirá en un caos por eso, pero mientras tanto, yo por mi parte he desarrollado músculos y unas defensas del carajo, sé resolver tanto que cuando me mojo la parte inferior de mis pantalones, inmediatamente saco mi ropa del gimnasio del arturito de mi oficina y me la pongo mientras se seca todo, ando orgullosamente apretadita por la oficina, con sandalias y licras, es así, muy desagradable, pero funciona, mientras no pase el gerente general y te mire con desprecio, todo está bien. Y bueno, en lo que respecta a la melancolía por lluvia, hace poco alguien puso por Facebook: “stereomood.com es la cura de las tardes lluviosas. Altamente recomendado” y no lo había pensado, pero si, llevo algunos días haciéndolo y es genial, esta página es lo máximo y si quieres ir con la bipolaridad del día, puedes cambiar de mood cuantas veces quieras, hasta lograr sentirte estable jajaja. Bueno, ya saben, ropa de gym en la ofi, un impermeable/paraguas, botas de lluvia y stereomood.com ¿ven? Empecé este post mirando un día nublado y estoy terminándolo con un cielo azul y sol tropical, no es mentira pues.

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