Personajes familiares. Parte I: De mi manera de vestir a mis autorretratos desnuda

Desde siempre me he sentido afortunada por la familia que tengo, son una lista de personajes bastante particulares que han hecho de mi vida un Carnaval.

Decidí mostrar un poco de ellos, porque me parece que es tan atípico que perfectamente podría formar parte de un cuento insólito y no de una historia de la vida real.

 Para hacerlo más fácil, voy a postearlo por partes y sólo colocaré una frase con su respectivo contexto, para que la gente sepa por qué soy como soy y para que los que no me conocen bien se lo imaginen:

Me estoy vistiendo en la sala de mi casa, voy a un toque de mi novio en el Moulin Rouge, emperifollada, decido ponerme un minivestidito negro, unos tacones de patente rojos con un pequeño lazo adelante y un cintillito rojo en la cabeza, cabello suelto, bien maquillada. Me miro en el espejo de cuerpo completo, no me convence, le pregunto a mi abuela que está sentada en la mesa de comedor:

YO: “Abuela ¿estoy bien? ¿no me veo muy “puta”?  –esta última palabra lo digo entre dientes, porque bueno, es mi abuela-

MI ABUELA: No importa hija, mientras más puta mejor. Acto seguido se ríe pícaramente y se levanta como si nada hacia la cocina.

En otra situación, estoy en casa de mi familia que vive en Maracaibo, acabo de salir de bañarme y me estoy vistiendo, mi tía entra al cuarto y se me queda mirando tratando de enfocar (tiene problemas de la vista muy severos), me dice:

 MI TÍA: ay, que bonito tiene el cuerpo hija, debería tomarse una foto desnuda, así cuando este viejita como yo, la ve y se acuerda, porque mire como queda uno. 

Mi reacción fue entre asombro y risa, bien moderna que es mi familia, pensé. (Más adelante me tome la fotito, ella tiene toda la razón) jaja  

Tal vez no existan muchas personas con una tía y abuela así, pero los que tienen algo parecido en casa lo sabrán, contrario a lo que la mayoría pueda pensar, resulté muy conservadora en muchos aspectos de mi vida, sólo que despojada de todo rastro de timidez.

Para muestra (y tal vez no deba mostrar tanto, dado que estamos en nuestras primeras citas) la fotito que me aconsejó mi tía que tomara.