jueves, 29 de noviembre de 2012

Road trip BARINAS. Parte II

Ha pasado tanto tiempo que debo comenzar diciendo que esta segunda parte será un Frankestein de recuerdos. Pero como dicen por ahí: "las cosas no son como son sino como se recuerdan" pues, aquí voy: 





Primer encuentro 

Luego de un rato rodando tuve la sensación de querer ir al baño. Resulta que soy una persona que sufre de algo que yo me autodiagnostiqué "vejiga hiperactiva", tampoco es que me hago pipí, pero me dan ganas de ir, repetidas veces, exageradamente. En fin, en situaciones normales esto no es problema, pero, en un viaje de 11 horas, resulta bastante preocupante el poco recato de mis esfínteres. 
Nos paramos en "Maitana, su punto de encuentro", allí estaban los que nos habían dejado atrás, yo bajé rápido al baño con un rollo de papel  en la mano, hice mi respectiva colita y seguimos, esta vez en una seudocaravana dispersa. 
Nunca había hecho un viaje en grupo, pero resulta que en mi ofi muchos son unos expertos, entonces tenían unos woki tokis muy serios, siempre los había asociado a un jueguito de niños, pero no, unos eran de marca Motorola y todo, aunque al principio sólo le vi una funcionalidad para chistes y matar el aburrimiento, más adelante me di cuenta que debo comprarme uno para mis "futuras aventuras".  
Sonaba un disco que pedí que me quemaran antes de salir de la ofi, el conductor iba haciendo un zapping de las canciones, justo cuando comenzaba a bailarlas o cantarlas las cambiaba violentamente, (es el dueño del carro) yo le decía cuando no aguantaba más "ayy dejaaa esaaa porrrr favooor" con el tono más agudo que podía, un ruego pues, él la dejaba. Luego volvía al zapping interminable, porque era un cd mp3 de muuuuchas canciones demasiado movidas o demasiado alternativas para el gusto de la gente del carro, yo lo admito, soy una intensa, pero conchale ¿ni No Doubt? ¿de pana? 
Me resigné, cada cierto tiempo iba cambiando mi posición en el puesto de atrás, pies encima de la cava, pies en el mueble, cabeza en la ventana, cabeza en el asiento de adelante, pies en la cabeza del conductor, si, ya después de unas horas uno pierde la vergüenza y por lo menos a mí, el calor en los pies me hace comportarme raro, sólo para refrescarlos. 

¿Por dónde vas?

"Cardenalito llamando a Aguila Toche" se escuchaba en el woki toki profesional, "oye ¿por donde vas?" "estamos frente a una pasarela" "Se pasaron, era por el otro lado" todos ríen, las colas más adelante no tienen sentido, cola en Valencia, colas detenidas por completo, intento reavivar mis conocimientos de geografía de bachillerato, es inútil, no sé cuánto falta y algo me dice que no debería averiguarlo, el calor es inminente, vemos a una moto pasar por arriba de una pasarela,  a un copiloto de camionero montado por la parte de afuera del camión, vendedores ambulantes, el aburrimiento me hace leer todas las vallas del camino. Quitan mi disco, respiro, se acabó el zapping por lo menos, llovizna, la chica que va de copiloto comienza a poner Caramelos de Cianuro, cantamos, no queda otra pues, faltan muchas horas. 
Llegamos a Toripollo, una pollera de dudosa calidad, la caravana dispersada llega por partes, me bajo corriendo al baño, la verdad es que esta condición de "vejiga hiperactiva" me ha hecho inmune a los baños sucios, soy toda una acróbata, entro, huele mal, piso empantanado, luz tenue, antes de que se completara el grupo fui casi 4 veces al baño, si, soy así. Llegaron, presto mi rollo de papel un par de veces, las chicas se horrorizan del estado del baño, me río, he estado en unos muuchos peores. Arrancamos, ya somnolienta comienzo a ver borroso del sueño, me despierto a ratos, "Cardenalito llamando a Gavilán", "mosca con el meteoro que viene por ahí", "mi gps dice que a la izquierda" "no, mi gps dice que es más adelante", como soy nerviosa decidí que no iba a angustiarme por el camino o las direcciones, me dormí. 

¿Cuánto falta? falta poco...

Llegamos a Apure, nos paramos en una gasolinera, un camión de Capriles tiene la cancioncita pegajosa que ponen en todos lados, una chica bastante extraña de lentes culo e' botella, una minifalda y camisa de Capriles está parada con algunos chicos al lado del camión, comienza a mover su pelvis, la miro de lejos, ella baila como si no le importara el mundo, el movimiento de su cadera me recuerda a cualquier video de Winsin y Yandel, ella baila sola y a destiempo, todos la ignoran, es muy gracioso en realidad. 

Me dan ganas de ir al baño, de nuevo, para mi sorpresa hay una señora típica de esas que cobra por su sola presencia en la puerta del lugar, ah y por un minipapelito rosado "del peor", pero no, ya no cobran "lo que puedas" o dejan el potecito ahí para que tú "si quieres" le des algo, no, ahora si no les das 3 bs no pasas, es terrible,  me indigno, me exijo a mi misma que sólo lo pagaré una vez, así tenga que orinar en el monte, entro y el piso está empapado, los inodoros sucios, todo es un chiste de mal gusto, salgo molesta, burlada ¿cómo es posible? 

Alguien llama a la señora del campamento "ella dice que ahora es que nos falta, que sigamos, que debemos conducir como una hora más", miro el reloj de mi teléfono: 11:00 pm, me pongo las manos en la cabeza, no puede ser ¿más? nos montamos en el carro, seguimos rodando, siguiendo al sabio GPS nos damos cuenta de que nos alejamos de la civilización, de repente el camino comienza a ponerse angosto, los woki tokis dicen casi al unísono palabras similares "¿Están seguros que es por aquí? esto está raro ¿llamamos al campamento?" nadie tenía señal, en ese momento comprendí la utilidad de los woki tokis. Seguimos rodando, oscuridad cada vez más absoluta, monte a la derecha, monte a la izquierda, "se ve una luz allá al fondo, es rarísima" dice uno de los chicos, yo me dije a mi misma que no era nada paranormal, como un fantasma o un ánima, pero no me lo creí y metí mi cabeza en el mueble, no quería ver, la verdad estaba asustada, unos metros más allá comprobé que era un farol, siempre he sido cobarde pues. 

12:30 am, aún rodando, el camino se vuelve intransitable, uno de los carros se queda atascado entre las piedras, nos bajamos a auxiliarlo, este proceso se repite un par de veces. Luego de un rato de rodar, llegamos, al fin, quedaba muy muy lejos el asunto. 1:30 am llegamos a la cabaña, nos damos cuenta que es literalmente un campamento y la habitación más grande tiene 13 camas, entro rapidito y agarro la única que no es litera, voy al baño de nuevo, salgo. Todos beben, celebran haber llegado, yo, que soy una vieja, pienso que no debería beber porque al día siguiente me toca aventura, recorro cada grupito del lugar con una cajita de dominó que encontré en una de las mesas "¿quieren jugar dominó? ¿quieren jugar dominó?" las miradas de desprecio no eran normales, yo me fui a la cama, porque el dominó era lo único que podía mantenerme despierta a las 2 am, después de tantas horas de viaje. Mañana será otro día, pensé, ignorando las risas que venían del jardín...






2 comentarios:

AnaB_Vzla dijo...

El carro atorado no era en el que tu ibas? No hablaste del susto en la via llegando al campamento luego de las piedras

nag dijo...

no, era el del negro jeje. Qué susto? hay cosas que se me olvidan xD

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