domingo, 27 de octubre de 2013

Las coincidencias

Siempre había creído en la autenticidad, pensaba que todos éramos diferentes,  seres únicos, pero luego me di cuenta que no, que lo estamos perdiendo, que cada vez más nos distanciamos de eso que somos y nos convertimos en un híbrido loco de muchas cosas, me preocupaba, sobre todo por el hecho de no sentirme de ningún sitio, de dejar de identificarme con el otro. 

Bueno, eso era lo que pensaba, hasta que llegué aquí.

Al estar en un país extraño, me llaman la atención muchas cosas, el idioma a pesar de ser español, en ocasiones me resulta ajeno. En mi clase, la mayoría somos latinos, pero de diferentes países, hay gente de México, Guatemala, Colombia y también hay españoles tanto de Barcelona como de otras provincias. Esto, evidentemente es muy entretenido, porque estudiamos lo mismo, pero cuando lo aplicamos a nuestras propias realidades es divertido ver cómo coincidimos- o no- en políticas de Estado o incluso en la  actitud de la gente. 

Así a menudo vivimos situaciones como esta: 

- Es que él es muy sifrino.
- ¿Sifrino? ¿Qué demonios significa eso? 
- Bueno cuando alguien tiene dinero y sólo le gustan las cosas finas, no sé
- Ah! Pijo
- ¿Pijo? Nosotros le decimos a eso Gomelo
- ¿Gomelo? en mi país le dicen fresa. 

Igualmente hay palabras como Chévere, que se usan también en Colombia, pero que aquí nadie conoce, los que la han escuchado tienden a imitar a los venezolanos diciendo cosas como: "¿qué pasó chama, todo chévere? 

Igual hay cosas en las que es difícil entendernos: 

-Mi casa está a una cuadra del metro
- ¿Cuadra? ¿Qué es cuadra? aquí eso se utiliza para los caballos
- Cuadra, una cuadra es como...una calle
- Ahhh manzana!!
...
- Si, vas trotando
- ¿Trotando?
- Es como correr, pero más lento
- Aquí trotar también es de caballos. 


Hablando de nuestras realidades nos dimos cuenta que la corrupción es mundial, que en ese ámbito si nos entendemos todos, y en ese tema encontramos algunas coincidencias, por ejemplo lo para nosotros es viveza criolla, para los colombianos es malicia indígena (pobres indígenas, qué mala fama). 

Ayer, luego de una noche de comidas típicas de los países a los que pertenecemos, comiendo, arepas, tostones, fajitas y vino, salió una conversación muy graciosa: 

- Hombre, que sabemos que los nuestros mataron a muchos de vuestros ancestros
- Tranquilo, ya lo superamos
- Ostia es que también violaron a muchas mujeres, que fue horrible
- Si, si lo sabemos, ¿no ves nuestro colorcito? más mezclados imposible. 

Nos reímos un rato de la desgracia....

Y entre salsa, cumbia, flamenco y Simón Díaz, aprendimos más de nuestras culturas, ellos se sorprendían del machismo latinoamericano, nosotros de sus otras realidades sexuales, tan "poco conservadoras", en fin, resulta ser que en nuestras diferencias encontramos puntos de coincidencia, que a pesar del diccionario paralelo que llevamos, aprendiendo palabras nuevas, nos entendemos, nos respetamos y nos sorprendemos. 


Después de todo, si llevamos nuestra cultura a cuestas, queramos o no. Qué lindo y qué bueno.  

1 comentario:

Pili Biarge dijo...

Todos diferentes y todos iguales, qué bonito. Naghieli, me gustaría aprender más de tus anécdotas. Un abrazo.
Pili biarge
www.cuadernodemaestra.es

Video of the Day