domingo, 25 de septiembre de 2016

En 1095 días



Cuando digo que llevo tres años aquí, la respuesta siempre es la misma: "Ahh, pero tienes poco tiempo", y la verdad es que se me ha pasado volando, pero no puedo decir que para mí haya sido poco, en estos tres años he vivido mucho: me he mudado cuatro veces, he tenido residencia en dos ciudades, he cambiado de trabajo dos veces, comencé y terminé un Máster, despedí a seis buenos amigos que ahora están por todas partes de España y el mundo, me traje a mi mamá a vivir conmigo, murió mi abuela, murió mi tía, he conocido al menos a una decena de personas que puedo llamar amigos ahora, empece a cantar en una banda, hice teatro por un rato, asistí a dos talleres de danza, he comprado más de veinte libros (si, parece que se multiplicaran), aprendí catalán, fui vegetariana, volví a comer carne (no pude evitarlo, me enamoré del fuet), fui feliz, me deprimí, volví a ser feliz, me perdí y afortunadamente me encontré de nuevo.

La opinión general cambia cuando me preguntan cuánto tiempo llevo sin visitar mi país, técnicamente son los mismos tres años, pero la reacción siempre es opuesta: "wow, mucho tiempo ¿no?", ya, se dice fácil, pero no lo es, teniendo en cuenta que llevo esos mismos 1095 días sin abrazar a mi padre, sin tomarme una birra con mis amigos, llevo todas esas semanas extrañando mis olores, mis sabores, mis calles, mi vida de ese entonces. Es muy diferente el vínculo que tienes con tu tierra cuando no puedes regresar a tus raíces de vez en cuando y acariciarlas un ratito, cuando es imposible mirarte en los lugares que dejaste, reafirmarte e irte de nuevo, es como si el tiempo se detuviera en tu cabeza, como si los recuerdos se encapsularan y vivieran allí, sólo en tu mente. 

Un día como hoy llegué a Barcelona, esa ciudad preciosa que me flechó unos meses antes, y no descansé hasta vivir y ser parte de ella. Me ha dado tanto que no me alcanzan las palabras para agradecer. En cada día que pasa me voy enamorando más y voy haciéndola un poquito más mi hogar. 
Hace unos diez años, pensé en la Naghieli "adulta" que quería ser, y hoy puedo decir que me parezco bastante, y que esta ciudad me ha ayudado a encontrarla, con mis equivocaciones, mi personalidad impulsiva y frenética, con mis deseos de hacer cosas nuevas, de cambiarlo todo, con mis finales y mis comienzos, orgullosamente soy esa que debería ser y por la que he trabajado tanto. 

Este 25 de septiembre celebro el tercer aniversario de muchos, como ciudadana del mundo, enamorada de mis dos hogares, hoy es un día que me recuerda que todavía me falta mucho por vivir y por lograr, un día para agradecer a mis amigos, los nuevos y los de siempre, que están y me lo recuerdan siempre, mi familia elegida. 

Víctor me dijo un día: "emigrar es una carrera de resistencia" y es verdad, cada día es una prueba, pues aquí voy, a por más. 

No hay comentarios:

Video of the Day