domingo, 4 de agosto de 2019

Carta de cuando cumplí 21





Un día en el que sentirme yo misma implica sentirme otra.
Pasa el tiempo y me imagino cambiante como lo he sido hasta ahora, pienso que con los años mis complejos se van haciendo más grandes y se potencian hasta el infinito.
En este día me pasan muchas cosas, es como cualquier otro pero ni tanto… entenderme distinta dentro de lo que permanece intacto, mirar a la misma gente un año más y dar gracias o maldecir sus presencias y ausencias, desear que algunos que no están nunca se hubieran ido, desear que los nuevos no se vayan como los ausentes, pensar demasiado en el día de cumpleaños.
Extrañar tantas cosas: un país distinto, una torta, mi cabello rojo, mi cuerpo delgado o más de niña. Extraño a mi padre que viaja por todo el país para darme todo, que celebra mi cumpleaños desde donde este y brinda a mi salud sin amarguras, que me da los regalos más parecidos a mi, porque dice que "es una oportunidad para demostrar que me conoce”, Extraño a mis dos abuelas que llaman una de tierras cálidas y otra de tierras frías, ambas con el amor que sólo puede transmitir la familia, una que lleva cantándome sin falta por 21 años "Las mañanitas del rey David”, la otra que me dice “te quiero” aunque a casi nadie se lo diga.
Mi madre en cambio, hoy más que nunca está a mi lado, ella que me levanta con desayuno en la cama todos los días así no sea mi cumpleaños, que me lleva a comer sushi así odie la comida japonesa, que me felicita por facebook porque dice que "por ahí se felicitan los amigos"…porque es tan amiga, como mamá, como heroína.
Escribo esto para que no se me olvide, para que dentro de unos años pueda leer lo que sentí este día, recordar que la melancolía cumpleañistica siempre está presente, que nunca faltan amigos nuevos cuando pasa un año más, que hay personas que siguen estando, relaciones que perduran, que son más fuertes que el odio -y es que hay veces en que quieres que esa persona te vea cumplir 100 años, aunque cueste-.
Como diría mi amiga Verónica, hay que mirar a los padres y decirles: en serio, esto es lo que hay; también mirarme al espejo y decirme a mi misma: esto es lo que hay Naghieli, ¿qué más? Cabello marrón, neurótica, con piernas y abdomen más grande, pero ya, eres tú y cumples 21, después de una campaña publicitaria bien agresiva, está terminando el día con infinitas felicitaciones y una reflexión que deja mucho de lo que siento por fuera…pero es un registro… a lo romántico, el sentir y de la manera de ver la vida a los seis días de abril de la primera década de este milenio.

Bien vivido.
Punto.

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